Las consecuencias del desastre del Note 7

Es oficial: el Samsung Galaxy Note 7 será dado de baja por completo. ¿Qué quiere decir esto? Dejará de fabricarse y de venderse definitivamente. Esto supone que puede tratarse de uno de los fracasos tecnológicos más grandes de la actualidad.

Algo sumamente irónico es que los consumidores de los reemplazos presentaron las mismas quejas del producto, a pesar de habérseles prometido mejoras y efectos contrarios. Aparentemente, se trataba de un problema mucho mayor.

Pero, ¿por qué Samsung decidió rendirse con su más reciente phablet?

Es algo que despierta un sinfín de interrogantes, pero no hay lugar a dudas que esto ocasionará infinitas consecuencias graves a la compañía coreana. ¿Qué está causando que los dispositivos se incendien? Se dice que es un problema en la batería, pues se utilizan paquetes hechos de iones de litio para que las mismas funcionen. El problema se encuentra en que el líquido interno de estos productos es altamente inflamable.

Siempre se ha utilizado esto, por lo que siempre ha sido seguro al darle un tratamiento adecuado. Ahora, la batería se recalienta y ocurre un cortocircuito cerca del contenido inflamable. ¡Búm! Explota.

¿Por qué ocurre solo con los Note 7? Se rumorea que Samsung apretó las baterías más de lo debido por la simetría del dispositivo, causando un recalentamiento en las mismas. Pero, ¿cómo afectará esto a la compañía?

Luego del lanzamiento hasta el paro de ventas tras el primer aviso, se declaró que se vendieron 2,5 millones de Note 7 alrededor de todo el globo, cifra que calcula 1 millón tan solo en Estados Unidos. Retirar esta cantidad de dispositivos del mercado no es para nada tarea sencilla, se debe tomar en cuenta los gastos en envíos y reemplazos de productos. Sumando también los incentivos para que se devolvieran los equipos lo más pronto posible.

A pesar de que no existen cifras oficiales aún, las estimaciones señalan a que la compañía habrá perdido cerca de 1.000 millones de dólares tan solo con el primer recall. Claro está, todo esto antes del anuncio de la retirada de los móviles del mercado. Ahora se estima cerca de 5.000 millones de dólares (entre todos los costes del recall y todas las posibles ventas que fueron perdidas).

El peor escenario planteado era el de la pérdida de hasta 17.000 millones de dólares si se tomaba la decisión de retirar los dispositivos del mercado. Esta cifra está ligada a la suma de 19 millones de Note 7, las cuales eran las estimaciones de venta del producto hasta su descontinuación futura (lógicamente, no se llegó hasta allá).

Lo triste del acontecimiento no son solo las perdidas en ventas y los recalls, las acciones de la compañía han bajado al menos un 8% por lo ocurrido. 17.000 millones de dólares del valor de Samsung han desaparecido por este error.

Pero, no todo se trata de dinero, cifras o valores en la bolsa. El peor golpe que pudo haber recibido Samsung ha sido el de la caída de su reputación. A partir de este suceso, serán observados microscópicamente sin pudor alguno, algo sumamente triste para una compañía de tanta trayectoria. Esperemos que pronto pueda quitarse la mala fama de fabricar “bombas con wifi”.

Galería de imágenes